EVITAR EL ESTREÑIMIENTO EN BEBÉS

El estreñimiento es la dificultad para realizar normalmente las deposiciones, debido a la dureza y el tamaño de las heces, producida por una dieta inadecuada baja en fibras y pobre en líquidos.

Un bebé o un niño en ocasiones puede durar hasta 3 días sin defecar pero algunas veces esto no es señal de estreñimiento ya que cuando lo hace las heces suelen ser totalmente normales, pastosas o semilíquidas. Es importante tomar en cuenta tanto el tiempo que tarda tu hijo en realizar una o varias deposiciones, la consistencia de las heces, los alimentos que está consumiendo y el esfuerzo que muestra al defecar, para así poder determinar efectivamente si se trata o no de estreñimiento.
Algunos casos de estreñimiento se asocian también con poca actividad física, estimular al bebe o niño a que juegue o camine puede ayudar a mantener el metabolismo adecuado de su organismo.

Incluye en su alimentación:
  • Ciruelas, pasas o guindones. Prepara una compota con uno de ellos y dale a tu bebé  de media a 3 cucharadas al día.
  • Agua o manzanilla. Con 1 o 2 onzas hasta 4 veces al día será suficiente.
  • Manzana o granadilla en jugo. Se aconsejan de 2 a 4 onzas 1 ó 2 veces por las mañanas.
  • Leche con miel de maiz.  Añade a 1 cucharita por cada 3 onzas de leche
  • Leche con néctar de ciruela, pasas o guindones. Agrega 1 onza (30 ml) por cada 3 onzas de leche.
  • Prefiere el cereal de cebada o de avena antes que el de arroz.
Recuerda que tu pequeño debe recibir una dieta equilibrada y enriquecida en frutas, cereales, verduras y menestras.

FUMAR DURANTE EL EMBARAZO

 Todas los fumadores corren un riesgo mayor para el cáncer del pulmón, otras enfermedades del pulmón, problemas cardiovasculares y otros problemas de salud. El fumar durante el embarazo puede poner en peligro la salud de la mujer y la de su bebé aún por nacer. Actualmente, al menos 10 por ciento de las mujeres en los Estados Unidos fuma durante el embarazo.
El 18 por ciento de las mujeres en los Estados Unidos y en otros países industrializados fuma. En los países en desarrollo es de aproximadamente el 8 por ciento. Muchas de estas mujeres fuman mientras están embarazadas.

El fumar prácticamente duplica el riesgo de que el bebé nazca con bajo peso. En los Estados Unidos, en 2002, el 12.2 por ciento de los bebés de madres fumadoras nació con bajo peso en comparación con bebés de madres no fumadoras. El bajo peso al nacer puede ser resultado del desarrollo insuficiente del bebé en el útero, un parto prematuro o ambas cosas. Se sabe desde hace tiempo que el fumar retarda el crecimiento del feto y los estudios sugieren que además aumenta el riesgo de parto prematuro (antes de las 37 semanas de gestación). Los bebés prematuros y con bajo peso al nacer tienen mayores riesgos de sufrir problemas graves de salud durante los primeros meses de vida, incapacidades permanentes (como parálisis cerebral, retraso mental y problemas de aprendizaje) e incluso la muerte.
Cuanto más fume una mujer embarazada, mayor será el riesgo para su bebé de nacer con bajo peso. Además, si deja de fumar al final del primer trimestre del embarazo, tendrá prácticamente las mismas probabilidades de que su bebé nazca con bajo peso que una mujer que nunca fumó. Aún cuando la mujer no consiga dejar de fumar en el primer o segundo trimestre, si lo hace durante el tercero el desarrollo de su bebé puede mejorar.

Se recomienda que las mujeres dejen de fumar antes de quedar embarazadas y que no fumen durante el embarazo y el período posterior al parto. El médico puede derivarla a un programa para dejar de fumar adecuado o sugerirle otras maneras de dejar de fumar.

ADOPTAR EN EL EXTRANJERO

España es el segundo país del mundo en adopciones internacionales. Si tú y tu pareja (o tú en solitario) os planteáis esta opción, es importante que conozcas los pasos de un proceso de este tipo y que tengas en cuenta que a la hora de permitir la adopción cada país exige una serie de requisitos distintos.

Si has tomado la decisión o contemplas la posibilidad de adoptar un niño extranjero, lo primero que debes hacer es dirigirte a los servicios competentes de tu comunidad autónoma (Servicios de Protección de Menores, Consejerías de Bienestar Social, Servicios específicos de Adopción). En estos organismos recibirás información general sobre la adopción internacional, así como las condiciones y procedimientos de adopción.
Si una vez informada decides continuar adelante, deberás rellenar una solicitud y presentarla junto a la documentación requerida por la administración autonómica. Comienza así la apertura del expediente.

Debes asistir a un curso de preparación para la adopción. Es un programa que incluye sesiones grupales con los solicitantes de adopción y los profesionales expertos en adopción cuyo objetivo es promover la reflexión sobre las necesidades de los menores adoptados y ayudarte en el proceso de toma de decisión.
Realizado el curso, empieza un estudio psicosocial para obtener el certificado de idoneidad, un requisito indispensable para adoptar un niño extranjero. Es una valoración psicosocial sobre la situación personal, familiar y social de los adoptantes y su capacidad para establecer vínculos estables y seguros, sus habilidades educativas y su aptitud para atender a un menor. Este estudio lo llevan a cabo psicólogos y trabajadores sociales con experiencia en protección de menores, familia y adopción.
Sólo la entidad pública competente de cada Comunidad Autónoma podrá emitir estos Certificados de Idoneidad, cuyo período de vigencia es de 3 años desde la fecha de su emisión, siempre y cuando no haya variado la situación de los solicitantes.

Ahora hay que valorar la vía de tramitación del expediente: si es a través de las Administraciones Públicas competentes o a través de las ECAIS. La decisión depende del país de origen del niño. Hay Estados que admiten sólo una de estas vías y hay otros que admiten las dos. Por ejemplo, India, Bolivia, Rusia, Etiopía y Vietnam sólo admiten ECAIS. En China y Colombia son válidas ambas vías.
El siguiente paso es la preparación del expediente con los documentos que exige el país del niño. Esta información te la facilitará el Servicio de Menores de tu Comunidad Autónoma o la ECAI elegida.
  • Validación: Los documentos deben ser apostillados o legalizados y autentificados en el país extranjero. La etapa final es la legalización en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España y en el Consulado del país.
  • Envío al país de origen: Se realiza en función de la vía elegida para la tramitación del expediente: a través de la Administración Pública competente o de la ECAI.
El tiempo que transcurre desde que se remite el expediente de solicitud al país de origen hasta que se recibe la propuesta de asignación varía en cada caso. Depende de factores tales como la situación del país, los cambios legislativos, la política de protección a la infancia… Estos condicionantes pueden retrasar e incluso hacer que no prospere un proyecto de adopción.
Pero si, finalmente, se ha asignado un niño, se enviará la propuesta a la Comunidad Autónoma. Aquí consta información sobre el pequeño (historia médica, informe psicosocial, fotografía…).

En función del país, tendrás que viajar una o dos veces. Por ejemplo, Rusia, Bulgaria, Costa de Marfil y Honduras exigen dos viajes: uno para conocer al menor y otro para legalizar la adopción. En China y Etiopía, en cambio, con un desplazamiento es suficiente.
Para que el pequeño pueda salir de su país es necesario que el Consulado Español de ese Estado inscriba la adopción en el Registro Civil Consular o expedir un visado de reagrupación familiar.

Para que la adopción plena, constituida en el extranjero, sea reconocida en España, es necesario que una vez que estéis en tu lugar de residencia presentes una solicitud de inscripción de la adopción en el Registro Civil de tu localidad.
Además, es aconsejable que comuniques tu llegada a España con el menor adoptado al Servicio de Protección de Menores de tu Comunidad Autónoma.
Todos los países exigen la remisión de informes de seguimiento para conocer cómo es la adaptación del niño. Es importante que los realices con la regularidad que te hayan exigido, que varía en función del país de origen. De lo contrario pueden producirse conflictos e incluso peligrar futuras adopciones.

¿CÓMO PLANIFICAR NUESTRO EMBARAZO?

Si has decidido quedarte embarazada, ¡enhorabuena! Pero antes de lanzarte a esa maravillosa aventura debes tener en cuenta que a partir de ahora es fundamental cuidarse y llevar una vida sana.

Es muy posible que tanto tú como tu pareja tengáis que cambiar vuestro estilo de vida y abandonar ciertos hábitos que pueden ser muy perjudiciales para la salud de vuestro futuro hijo. Es por este motivo porque el que los dos debéis estar totalmente implicados y ser igualmente responsables.

1. Tabaco. Si fumáis, tanto uno como el otro debéis dejarlo desde ya. El tabaco afecta de manera considerable a la fertilidad y está demostrado que perjudica seriamente en el peso del feto.
2. Alcohol. La mujer debe eliminar totalmente la ingesta de bebidas alcohólicas, podrían causar malformaciones en el feto.
3. Peso adecuado. Si tienes sobrepeso, es conveniente que adelgaces un poco. Será beneficioso para ti y durante el embarazo te sentirás mucho mejor. Consúltalo con tu médico y él te recomendará los pasos a seguir más adecuados para tu constitución y forma física.
4. Chequeo médico. Visita a tu ginecólogo para que te haga un chequeo previo y te recete ácido fólico o algún complejo vitamínico en caso de necesitarlo.
5. Anticonceptivos. Si llevas un DIU y te lo tienen que retirar o estás tomando la píldora es posible que el ginecólogo te recomiende esperar un par de meses antes de empezar a buscar el embarazo.
6. Drogas. Por supuesto están descartadas. No sólo afectan a tu estado de salud si no que tu fertilidad y capacidad de ser madre quedarán seriamente afectadas.
7. Sexo. No os limitéis a mantener relaciones a la semana fértil de la mujer, la relación podría verse afectada debido al estrés que se genera ante esta situación.

¿CÓMO VIVE EL BEBÉ EL MOMENTO DEL PARTO?

Bien sabemos los esfuerzos que realiza la madre en el parto. Pero ¿y el bebé? ¿Cómo lo vive? ¿Qué hace para salir? Te contamos todo lo que le sucede a él durante su llegada al mundo.

A partir del séptimo mes empiezas a estar más incómoda por el peso de tu hijo, pero también él, ya que se va haciendo grande y empieza a no caber allí. Y en el noveno mes la placenta comienza a envejecer, por lo que el alimento y el oxígeno que recibe el niño pueden ser escasos en cuestión de días. Es entonces cuando, a través de la telepsiquia, su cerebro se pone en comunicación con el cerebro de la madre, emitiendo hormonas que viajan en la sangre, para que ponga en marcha el parto: empiezan las contracciones.

Se acabó la tranquilidad en la tripa de mamá. Con cada contracción todo se mueve a su alrededor, el útero se encoge por la parte de arriba y el bebé es empujado hacia la salida: el canal vaginal. Aunque tu hijo está soportando una presión extraordinaria al salir por la pelvis de su madre, no hay por qué preocuparse. Es un proceso natural para el que tu hijo está preparado.
Sus glándulas suprarrenales segregan grandes cantidades de adrenalina que pasan a su sangre, lo que mantiene el ritmo cardíaco y facilita el bombeo del corazón. Esto mejora el suministro de sangre, oxígeno y nutrientes al cerebro. En ningún otro momento de la vida del ser humano fluyen tantas hormonas del estrés al mismo tiempo en la sangre. Para que te hagas una idea, es como montar en una montaña rusa y tirarse en puenting al mismo tiempo.

Todo esto es bueno para el niño, ya que le prepara para afrontar la vida fuera del útero. Además, las hormonas del estrés facilitan que el bebé pueda regular su temperatura cuando sale al exterior, aumentan sus reservas de azúcar para que esté alimentado durante las horas del parto y hacen que el corazón bombee más sangre a los órganos.Y al pasar por el canal vaginal, la presión que el bebé siente en el tórax sirve para ayudarle a vaciar el líquido amniótico de sus pulmones, y así poder llenarlos de aire en su primera respiración.

Tras muchas horas de esfuerzo compartido, tu bebé llega al mundo. Todo es nuevo para él: el ambiente que le rodea, que ya no es líquido, la luz, el cambio de temperatura, el tacto, la gravedad, los ruidos...
Al cortar el cordón umbilical, el aire infla sus pulmones, como globos, e incluso cambia el recorrido de su circulación sanguínea. Para aliviar tanta confusión es bueno que le pongas sobre tu pecho y le dejes oír los latidos de tu corazón, un ritmo que ya conoce y le reconforta.

ECOGRAFIAS EN EL EMBARAZO

La mujer embarazada es un caudal de sensaciones nuevas que muchas veces llegan a ser opuestas; por un lado tienen la excitación de estar criando durante meses un niño dentro de ellas, pero al mismo tiempo empiezan a aparecer las dudas y la inseguridad. Solemos preguntarnos si realmente estamos preparadas para traer un hijo al mundo, si podremos educarlo como se merece, como mantenerlo.....

 Más allá de estas incógnitas que luego se evaporarán con el correr de los meses, nos surgen los miedos; miedo a que el niño no se geste como corresponda, a que tenga alguna anomalía o a que se produzca algún inconveniente durante el embarazo; para evitar estas situaciones el mundo tecnológico ha originado los que se conoce como las ecografías. Éstas nos darán a conocer la primera imagen de nuestro bebé, al principio puede que la notemos poco expresiva pero el médico nos explicará qué es lo que estamos viendo dentro del útero.

El número de ecografías que podemos tener es bastante relativo, la que se realiza precozmente al inicio del embarazo no es imprescindible, excepto que no estemos seguras de nuestra última menstruación o si padecemos de pérdidas vaginales.

La primera ecografía necesaria desde el punto de vista médico es el que se realiza a la semana 7 u 8º sin menstruación; es aquí en donde se puede fijar al período de embarazo y la fecha probable de parto. En este momento también sabremos cuántos bebés vienen en camino, divisaremos a su vez la medida del pliegue nucal del embrión los que nos dirá también si existe alguna malformación. La segunda ecografía debe realizarse a mediados del embarazo, cuando el bebé se encuentra completamente formado, con esta ecografía visualizaremos los órganos y detectaremos posibles anomalías tales como amniocentesis que suele darse en varios casos. En este período podemos ver el largo de los huesos, los diámetros torácicos y abdominales, la medida de la cabeza, etc. La última ecografía llegará recién al octavo mes, aquí ya nos cercioraremos de todo: si el bebé ha crecido como correspondía, si existe cantidad suficiente de líquido amniótico, si la placenta está madura, etc. Como vemos las ecografías necesarias durante el embarazo son sólo tres, pero pueden realizarse otras en casos particulares: por si aparecen pérdidas de sangre, si notamos que el volumen de embarazo no concuerda con los meses de gestación, o si en alguna de las ecografías “obligatorias” no pudo observarse un órgano fetal.

Seguramente que cuando nosotros nacimos las ecografías eran bastante primitivas, es decir, en blanco y negro; actualmente las ecografías han evolucionado en dimensiones inimaginables, muchas de ellas son en color y entres dimensiones. Las de color nos permite ver mejor los vasos sanguíneos del niño y por ende medir el flujo de sangre que se hace presente; las ecografías de tres dimensiones permite un examen más sofisticado de la morfología del bebé y ayuda a detectar la presencia de malformaciones. Las ecografías a color y en tres dimensiones también son más favorables a la hora de tener que conocer el sexo del bebé; debido a sus mejores resoluciones, los gráficos son muchos más claros. La ecografía, sea cual fuere es muy importante dentro de la vida de la embarazada, en especial si se notan cambios anormales durante la gestación del niño, por eso es necesario, al menos, realizar las tres ecografías obligatorias y así salvaguardar la integridad física del bebé.

ALIMENTACIÓN EN EL EMBARAZO

El embarazo, es una de las fases de la vida, en la cual, el cuerpo tiene que afrontar esta especial situación, para ello utiliza todas sus reservas, pues sufre un gran desgaste físico.
La alimentación es básica durante el embarazo, pues además de cubrir el desgaste de esta etapa, se previene para cuando nace el bebé, él también necesitará de tu organismo cuando llegue a la vida.
No se trata de comer por dos, ni de comer el doble, se trata de comer lo más sano posible y sólo aumentar en el embarazo de 10 a 12 kilos, si se excede de este peso, se han de ejercer pruebas que no pongan en riesgo ni la salud de la embarazada ni la del bebé.
Hay que proteger los huesos, la placenta y el tejido del feto, para ello, hemos de tomar suplementos alimenticios como vitaminas C, D y E, ácido fólico, calcio y hierro. Estos nutrientes, previenen la descalcificación y la anemia, además de los problemas que pueda tener el hígado.
No hace falta nutrirse de complementos fármacos, alimentándose adecuadamente y tomar los alimentos ricos en nutrientes necesarios, podemos llevar una buena y rica dieta.
El ácido fólico es una vitamina del complejo B, la cual, es importante para ayudar al bebé en su formación, esta se consume entre 3 y 6 meses antes del embarazo. El ácido fólico evita malformaciones, la más común es la espina bífida, esta es un defecto de la columna vertebral.
Si antes del embarazo no se ha tomado, no hay que preocuparse, pues también lo contienen las lentejas, espinacas, brócoli, frutos secos, habas, etc....